Tuesday, June 27, 2006

Bienvenido de regreso

Bueno regreso al blog olvidado. He estado ocupándome con el trabajo en el CCG, administración de servidores solaris, ya saben, usuarios, servicios web, correo, impresión, bases de datos, aplicaciones, ahora estos últimos días estaré más ocupado aún porque llegarán nuevos equipos, habrá que instalar, crear usuarios, configurar, etc, etc, etc. Vamos, que cosas que hacer si voy a tener. Por lo menos de aquí a dos semanas más. No podré quejarme, ni querré, que todo lo que tendré que hacer me gusta.

También he estado desocupándome de todo lo demás sin querer. He leído poco, he ido a pocos conciertos, no he ido con la orquesta, no he visto a la gente que conocía (no sé si decir amigos). Lo último que he leído es Bukowski (si, con B, no con F), y digamos que no me ha sorprendido demasiado, y sí me ha recordado varias cosas, como por ejemplo que el escribir debe ser algo que sale sin pensarlo, de muy dentro, y que no necesita corregirse. No hay que pensarlo dos veces. Cuando lo piensas de nuevo ya lo quieres corregir y cambiar. Y así puede que lo vuelvas a pensar y a cambiar otra vez. Me he dado cuenta que eso es lo que hago cuando intento escribir, y lo que es peor, cuando intento vivir.

Así me paso la vida.

Pensando las cosas dos veces y tratando de hacerlas bien la primera vez, con lo que nunca hago nada. Demasiada indecisión, demasiado temor, demasiada inseguridad. Tal vez tenga que tratar de hacer las cosas sin pensarlas mucho. Sin miedo a echarlas a perder. Quién sabe quién dijo:

"No os toméis la vida demasiado en serio, de todos modos no saldréis vivos de ésta"

Mmm.

Pues trataré de hacerlo. Ideas van y vienen, ninguna se ha querido quedar. Música, letras, cuerpo, amor. Tengo música, pero quiero tener más, letras, siempre quiero más, tengo cuerpo pero quiero salud, tengo amor y quiero seguir teniendo amor. Me faltan cosas. Lugares. Gente. Palabras. E intrascendencias.

Lo trascendente lo tengo dentro. En la cabeza, aún no trascendido. Jajaja vaya con la palabra. Como cuando escucho una música, como de Vivaldi, tal vez Beethoven o Mozart, y escucho las notas y las tengo en la cabeza. Pero no en las manos. No en el violín. Y tengo notas nuevas también. Pero no en papel.

Así me paso la vida.

Viviendo las cosas en la cabeza. Construyendo un mundo en la mente. Creando futuros, e incluso pasados, ideando objetivos, anhelos. Efímeros todos.

Mi vida como la quinta conjetura de Fermat. Resistiéndose a ser demostrada, quedándose en simple conjetura, teoría, incertidumbre, cuando el sentido común nos dice que es cierta.

Me aventuro a establecer otra conjetura: La vida es una conjetura. Una definición de un futuro probable. Solamente eso, una probabilidad. Vaya, que he encontrado una demostración maravillosa de esto, pero desgraciadamente este post es demasiado pequeño para ponerla aquí.

No hay más espacio aquí por hoy.

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